Si has pasado tiempo en la sección de comentarios de nuestras redes sociales, probablemente hayas visto a los escépticos habituales. "Las miras Sightmark no mantienen la precisión". "Son juguetes, no miras telescópicas de verdad". "El tío del mejor amigo de mi primo tenía una en 2009 y se le rompió cuando la miró con cara de extrañeza".
Bien, te entendemos. Y aunque podríamos simplemente decirte que nuestras miras telescópicas están diseñadas para el mundo real, pensamos que sería mucho más divertido demostrarlo.
Así que tomamos una Presidio 3-18x50 , la conectamos a un rifle de cerrojo .308 y la sometimos a una prueba de tortura sin límites. Para demostrar que íbamos en serio, teníamos cinco cámaras grabando todo el tiempo, para que puedan estar seguros de que no montamos nada. Sin cortes, sin camiones, solo abuso puro y duro.
Prueba definitiva de durabilidad de miras telescópicas: agua, barro, gravedad y fuego
Empezamos sumergiéndolo en agua , no del tipo claro y fresco de Fiji. Lo metimos en agua pantanosa y sucia, porque, siendo sinceros, es más probable que se caiga la mira cuando se rastrean jabalíes en el campo. Tras volver a montarlo en el rifle, no hubo fugas, ni empañamiento, ni ningún problema.
Luego, el baño de barro . Lo cubrimos con un lodo espeso y mugriento, como el que encontrarías si alguna vez te caes sin mucha gracia en un pantano. Incluso cubiertos de tierra, las torretas seguían girando, el cristal se mantenía limpio y la retícula, nítida.
Y luego llegamos a la parte divertida: la prueba de caída . Las pruebas MIL-STD 810 exigen que la óptica resista una caída de 1,2 metros sobre superficies duras. Decidimos aumentarla hasta 3 metros . ¿El resultado? Algunos rayones y arañazos, pero ninguna corrección de cero.
Y como somos meticulosos, lo tiramos a una fogata . Sí, llamas de verdad. La mira salió humeando (literalmente), pero la retícula seguía nítida, las torretas respondían y el cero, impecable.
Robustez en el mundo real: el rifle tenía más problemas que la mira
De hecho, el rifle tenía más problemas que la mira telescópica. La suciedad y la arenilla de la mira se filtraban en la recámara, lo que hacía que el cerrojo se moviera con dificultad, pero el Presidio seguía disparando como si no se diera cuenta.
Así que, a los escépticos, les decimos esto: ¡Adelante! Pongan a prueba su visor Sightmark. Lo aguantará.
¿Y si aún no te convences? Mira el video. Compruébalo tú mismo. Porque aunque internet esté lleno de opiniones, preferimos las pruebas.
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