Así que ya has cazado un ciervo, ¡felicidades! Pero abatirlo fue solo la mitad del trabajo, y ahora tendrás que ponerte manos a la obra desparasitando a tu presa. Quizás te preguntes por qué es importante desparasitar al animal inmediatamente después de matarlo. Los ciervos retienen mucho calor en su interior después de morir, lo que acelera el crecimiento de bacterias y gases que empiezan a descomponerlos inmediatamente después de su muerte. Cuanto más tiempo se dejan dentro, más se propagan, filtrándose en la carne y alterando su sabor, llegando incluso a hacerla insegura para el consumo en casos extremos.
En otras palabras, el despiece es una parte esencial del proceso de caza, ya que garantiza que el venado se mantenga fresco y libre de contaminantes. No se preocupe; con un cuchillo afilado y un poco de paciencia, es más fácil de lo que cree. Aquí tiene una guía paso a paso para despiece de su venado:
Antes de comenzar, asegúrese de tener las herramientas necesarias para el trabajo:
- Un cuchillo de caza afilado (una hoja sin filo es un enemigo, no un amigo).
- Un par de guantes de campo o guantes quirúrgicos si prefieres mantener tus manos limpias.
- Una pequeña sierra para huesos o tijeras de caza para trabajos difíciles, como cortar el hueso pélvico (opcional, pero útil).
- Una bolsa de caza para mantener la carne libre de moscas, suciedad y residuos.
Consejo: Si es tu primera vez, ten a alguien cerca. Aunque solo te dé apoyo moral (o te sujete las piernas).
- Asegúrese de que el ciervo esté muerto
Causar sufrimiento innecesario a su presa es cruel, y cualquier cazador ético debe tener cuidado de asegurar el rápido paso del ciervo por el bien tanto del animal como de él mismo, ya que un ciervo moribundo podría usar lo último de su energía para patear al cazador que se acerca, por lo que siempre es una buena idea acercarse a un ciervo caído por detrás o en ángulo.
Con el rifle, arco o arma de mano listos, busque señales de vida. Si observa cualquier movimiento en los ojos, la respiración o el oído, dispare al cerebro o a la parte superior del cuello. El cuchillo solo debe usarse como último recurso si puede acercarse al ciervo con seguridad.
- Posicionar el ciervo
Coloque al ciervo boca arriba con las patas abiertas. Esta posición facilita el acceso a la parte inferior. Si el terreno es irregular, apóyelo con piedras o troncos para mantenerlo estable.

Consejo profesional: Ten en cuenta la gravedad. El contenido intestinal tiende a desplazarse cuesta abajo, y nadie quiere ensuciarse las botas.
- Comience con la incisión del vientre
Localiza la base de la mandíbula, el esternón (donde termina la caja torácica) y el ano (sí, ahí vamos, es importante). La incisión conectará estos tres puntos. Pellizca la piel justo debajo del esternón y luego usa el cuchillo para hacer un corte superficial hasta el ano. Mantén la hoja inclinada hacia arriba para evitar perforar el estómago o los intestinos. Luego, gira el cuchillo en la dirección opuesta y corta hacia la mandíbula.
Consejo profesional: ¡No lo hagas a ciegas! Muchos cuchillos de caza tienen un gancho para destripar que facilita este paso. Si el tuyo no lo tiene, usa los dedos para guiar la hoja con cuidado.
- Libera la tráquea
Corte la tráquea en dos, lo más arriba posible del cuello, luego agárrela y tire con fuerza hacia abajo con un movimiento rápido para liberar los intestinos y llevarlos a la sección media. El diafragma es una fina lámina muscular que separa la cavidad torácica del abdomen. Córtelo a ambos lados de la caja torácica para acceder al corazón y los pulmones.
Si planeas cosechar el corazón (y deberías hacerlo: es delicioso), córtalo y déjalo a un lado en una bolsa limpia.
- Quitar los órganos
Ahora viene la parte divertida: extraer las vísceras. Mueva las piedras que sostienen al animal y colóquelo de lado, cortando las membranas que sujetan las vísceras. Tire suavemente del esófago y los órganos adjuntos (corazón, pulmones, hígado, estómago e intestinos) hacia la parte trasera del animal. Deberían salir en un solo paquete.
Consejo profesional: Despacio y con paso firme, la clave está en el éxito. Si tiras con demasiada fuerza o cortas sin cuidado, corres el riesgo de perforar el estómago o los intestinos, lo que puede dañar la carne con bacterias. Si esto ocurre, enjuaga la zona inmediatamente.
- Extraer el ano
Con el bisturí, corte cuidadosamente alrededor del ano para liberarlo del canal pélvico. Una herramienta especializada como la "Butt Out" puede facilitar esta tarea (pero es completamente opcional). Una vez liberado, sáquelo a través de la cavidad pélvica junto con los órganos restantes.
Consejo profesional: Prioriza la precisión sobre la velocidad. Apresurarse en este paso puede resultar en un desastre.
- Opcional: dividir el hueso pélvico
A algunos cazadores les resulta más fácil partir el hueso pélvico para acceder mejor a la cavidad inferior y asegurar la extirpación completa de todos los órganos restantes. Si bien una sierra pequeña o unas tijeras de caza son las herramientas tradicionales para esta tarea, existe otro método que no requiere equipo adicional: usar el propio peso corporal para partir el hueso.
Usa el cuchillo para hacer un corte superficial a lo largo de la costura del hueso pélvico para debilitarlo. Luego, coloca la bota firmemente sobre el hueso, justo a un lado de la costura, desplazando el peso de forma constante para crear la fuerza suficiente para romper el hueso. Si no se rompe de inmediato, vuelve a colocar el pie al otro lado de la costura y repite el proceso hasta que el hueso se separe.
Si bien este paso no es estrictamente necesario, hace que la limpieza del animal sea mucho más fácil.
- Drenar y limpiar la cavidad
Incline el venado para drenar la sangre restante de la cavidad corporal. Use un paño limpio o toallas de papel para limpiar cualquier residuo. Si estará en el campo durante un período prolongado, llene la cavidad con hielo para mantener la carne fresca.
Consejo profesional: Evite enjuagar con agua a menos que sea absolutamente necesario, ya que puede introducir bacterias.
- Etiquete a su ciervo y transpórtelo
En muchos estados, etiquetar a los ciervos es un requisito legal antes del transporte. Coloque la etiqueta de forma segura y luego cargue el ciervo en una bolsa de caza o lona para mantenerlo limpio durante el transporte.
- Date una palmadita en la espalda
Preparar el terreno no es tarea fácil, especialmente para principiantes. Tómate un momento para apreciar tu trabajo antes de regresar al campamento a celebrar con tus compañeros de caza.
Reflexiones finales
Preparar el venado puede parecer intimidante, pero es una habilidad que todo cazador debe dominar. Tómate tu tiempo, mantén la calma y recuerda: la práctica hace al maestro. Además, nada supera el sabor de la carne de venado fresca que tú mismo preparaste. ¡Feliz caza y que tu cuchillo se mantenga afilado!
Imágenes cortesía del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas © 1963 y Hunter Specialties
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